1) El trabajador en relación de dependencia, ya sea que se trate de empleado, obrero o profesional, asesorándolo y brindándole el conocimiento adecuado para compensar así cualquier desigualdad o avasallamiento de derechos que se pretenda introducir en las negociaciones que cotidianamente mantienen con sus empleadores y/o superiores jerárquicos. –

2) El trabajador no registrado, cuya relación laboral se encuentra total o parcialmente en negro, asesorándolo para que obtenga la correcta registración de su contrato de trabajo o, en su defecto, asistiéndolo técnicamente para el logro y percepción de las indemnizaciones derivadas del trabajo en negro. –

3) El profesional autónomo o monotributista, correspondiente a cualquier área o disciplina, a quien se le ha impuesto la obligatoriedad de emitir facturas para el cobro de sus haberes, asistiéndolo técnicamente para lograr la el reconocimiento de sus justos derechos laborales (aguinaldo, vacaciones pagas, etc.). –

4) Organizaciones gremiales, en procedimientos de negociación y conciliación ante el Ministerio de Trabajo y finalmente en los procesos de huelgas y otras medidas de acción directa. -.